Hoy rueda por el mundo los enlaces hacia biografías de Francisco del Rosario Sánches, del cual hoy celebramos su natalicio. Hace 196 año este gigante llegó al mundo. Pero no quiero detallar cómo fue su lucha para lograr que la República Dominicana pueda ser una nación independiente. Quiero reflexionar sobre algo quizás mas trascendental que una guerra en contra de invasores.
Sánchez era un prominente abogado. Se le recuerda como alguien que no perdía en los casos legales que se les encomendaban. Pudo dedicarse exclusivamente al derecho, amasando fama y fortuna. Sin embargo, decidió unirse a la causa independentista del 1844 y a la restauración de la república luego de la anexión a España de 1861, ofrendando su vida, dejando viuda a su esposa y huérfanos a sus hijos. Sánches interpuso su amor a la patria por encima de sus deseos y aspiraciones personales y familiares. Es nuestro padre de la patria mártir.
Hoy en día hay muchos dominicanos exitosos en los negocios, en los deportes, en las ciencias, en el arte. En fin, muchos connacionales brillan con una luz que encandila a quienes los miramos. Sin embargo, vivimos una indiferencia colectiva espantosa. Estamos encapsulados en nuestras vidas particulares, sin importarnos lo que suceda en la colectividad.
Si Sánchez se hubiera encerrado en sí mismo, dedicándose a su familia y a sus éxitos profesionales, no hubiéramos tenido un nombre, una bandera y este gran orgullo de llamarse dominicano.
Emulemos el sacrificio de este pro-hombre. No es necesario ofrendar nuestra sangre, pero sí estamos llamados a aportar algunas gotitas de sudor por una colectividad que ansía una mejor suerte, un mejor destino.
Gracias Sánchez!! Tu ejemplo no fue en vano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario