Recordemos cuando fue derrocado el presidente Zelaya, de Honduras. La comunidad internacional se volcó exigiendo la restitución del mandatario, más no así los hondureños. Los reclamos fueron omitidos, se celebraron elecciones y un gobierno nuevo se instaló. No valieron los pataleos y poco a poco habrá que ir aceptando sus autoridades.
A Hugo Chávez, de Venezuela, se le ha intentado derrocar varias veces, llegando incluso a secuestrarlo. Sin embargo, el mismo pueblo venezolano reclamó su restitución y debió ser repuesto.
Algo similar pasó con Rafael Correa en Ecuador. Se quiso aprovechar una crisis y hubo una intentona de derrocamiento, pero los ciudadanos se manifestaron a favor de su presidente y no hubo mayores consecuencias.
En la actualidad, Haití está viviendo un momento en que su situación no podría ser más delicada. Unas elecciones en las que nadie cree, y para agravar la situación, su antiguo dictador pisa suelo haitiano. Ya se observan las manifestaciones a favor de esa figura tan funesta en la historia de ese empobrecido país. Muchos han llegado a manifestar que Haití solo puede ser dominado por un gobierno de mano dura, y la experiencia y más de 60.000 muertos nos dicen que los Duvalier están dispuestos a usar dicha dureza de mano.
Los norteamericanos nos heredaron a Trujillo, luego de una invasión. Después, nos instalaron a Balaguer, a raiz de la segunda intervención yanqui en República Dominicana. Veremos el reinicio de la era Duvalier en Haití, luego de esta fallida intervensión?
Estados Unidos sabe que no cumplió su cometido en Haití y puede ser que piensan que la manera más expedita para salirse de ese atolladero es instalar algo que un pueblo deseperado está pidiendo: alguien que le ofrezca una supuesta seguridad. Están haciendo un tubo de ensayo para saber si el retorno a las dictaduras de derecha es la alternativa a la tendencia hacia la izquierda que se está presentando en la región.
lunes, 17 de enero de 2011
sábado, 15 de enero de 2011
Los verdaderos héroes, los reales villanos
En el mundo entero se vivió momentos de angustia cuando se dió la noticia del derrumbe de una mina en el hermano país de Chile. Treinta y tres personas fueron dadas como desaparecidas. Días después, el mundo se regocijó cuando se supo la noticia de que habían sobrevivido. Se hicieron todos los aprestos y tras el aplauso de la humanidad, uno a uno fueron extraídos de su tumba momentánea. Hasta el momento, a dichos 33 seres humanos que vivieron momentos que nadie debe vivir, se les ha dado un tratamiento de héroes
.
En la República Dominicana se supo la noticia del apresamiento de dos oficiales encargados de la dotación de la DNCD en la ciudad de Cotuí por, supuestamente, recibir dinero del narcotráfico. Todos los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia y dichos oficiales están bajo la mirada acusadora de la población y reciben los más diversos oprobios de los comentaristas. Son, según la prensa nacional y las acusaciones en su contra, unos villanos.
La Real Academia de la Lengua Española defina la palabra héroe de la siguiente manera: Hombre que lleva a cabo una acción heroica. Veamos ahora cómo define dicha Academia la palabra víctima: Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.
Veamos ahora el significado de villano: Ruin, indigno o indecoroso. Asímismo, la palabra cómplice se define como: Persona que, sin ser autora de un delito o una falta, coopera a su ejecución con actos anteriores o simultáneos.
Yo entiendo que lo vivido por los treintitrés mineros chilenos en su encierro fue algo espeluznante y desgarrador tanto física como psicológica y emocionalmente. Sin embargo, no puedo tipificarlos de héroes. Todo para su supervivencia estaba en el refugio. El verdadero heroísmo lo pusieron de manifiesto todas aquellas personas que convirtieron en realidad su rescate. Esos mineros fueron víctimas de un encierro. Quienes les llevaron a ver de nuevo la luz del día, son sus héroes.
La acción de cobrar peaje a cambio de no accionar en contra del microtráfico en Cotuí es bochornoso e ilegal, que caiga todo el brazo de la ley en contra de los oficiales implicados. Sin embargo, no perdamos de vista que el verdadero crimen es el tráfico de drogas ilegales. Ese poderoso brazo de la ley debe extenderse hasta los principales actores de dicha ilegalidad. No se ha terminado en trabajo con apresar dichos oficiales, que en verdad son cómplices del narcotráfico. El trabajo debe continuar y da espanto saber que dicho mercado mueve tanto dinero como para pagar un peaje de cincuenta mil pesos semanales. Espeluzna imaginarse qué cantidad de droga se está usando en dicha población y quiénes son los consumidores finales.
Los verdaderos héroes en Chile fueron los rescatistas, los reales villanos en Cotuí son los narcotraficantes. Démosle reconocimiento a quienes en verdad se lo merecen y enfoquemos nuestra lucha de manera certera hacia el verdadero enemigo.
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En la República Dominicana se supo la noticia del apresamiento de dos oficiales encargados de la dotación de la DNCD en la ciudad de Cotuí por, supuestamente, recibir dinero del narcotráfico. Todos los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia y dichos oficiales están bajo la mirada acusadora de la población y reciben los más diversos oprobios de los comentaristas. Son, según la prensa nacional y las acusaciones en su contra, unos villanos.
La Real Academia de la Lengua Española defina la palabra héroe de la siguiente manera: Hombre que lleva a cabo una acción heroica. Veamos ahora cómo define dicha Academia la palabra víctima: Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.
Veamos ahora el significado de villano: Ruin, indigno o indecoroso. Asímismo, la palabra cómplice se define como: Persona que, sin ser autora de un delito o una falta, coopera a su ejecución con actos anteriores o simultáneos.
Yo entiendo que lo vivido por los treintitrés mineros chilenos en su encierro fue algo espeluznante y desgarrador tanto física como psicológica y emocionalmente. Sin embargo, no puedo tipificarlos de héroes. Todo para su supervivencia estaba en el refugio. El verdadero heroísmo lo pusieron de manifiesto todas aquellas personas que convirtieron en realidad su rescate. Esos mineros fueron víctimas de un encierro. Quienes les llevaron a ver de nuevo la luz del día, son sus héroes.
La acción de cobrar peaje a cambio de no accionar en contra del microtráfico en Cotuí es bochornoso e ilegal, que caiga todo el brazo de la ley en contra de los oficiales implicados. Sin embargo, no perdamos de vista que el verdadero crimen es el tráfico de drogas ilegales. Ese poderoso brazo de la ley debe extenderse hasta los principales actores de dicha ilegalidad. No se ha terminado en trabajo con apresar dichos oficiales, que en verdad son cómplices del narcotráfico. El trabajo debe continuar y da espanto saber que dicho mercado mueve tanto dinero como para pagar un peaje de cincuenta mil pesos semanales. Espeluzna imaginarse qué cantidad de droga se está usando en dicha población y quiénes son los consumidores finales.
Los verdaderos héroes en Chile fueron los rescatistas, los reales villanos en Cotuí son los narcotraficantes. Démosle reconocimiento a quienes en verdad se lo merecen y enfoquemos nuestra lucha de manera certera hacia el verdadero enemigo.
domingo, 2 de enero de 2011
2011
Empezó el 2011! En estos primeros días del año, el saludo obligado es: FELIZ AÑO NUEVO! Con esta frase, se refleja lo que le deseamos al prójimo, con la esperanza de que esa ola de positivas vibraciones nos alcance.
Desde enero hasta marzo, el primer trimestre del año, lloverán las evaluaciones al 2010. Los más diversos sectores de la sociedad dedican este tiempo a premiar lo más destacado en su género. Así, tendremos unos meses llenos de actos de premiaciones y de premiados. En nuestro país, los premios más afamados son los que condecoran a los artistas. El Casandra despertará las pasiones que cada año despierta. A nivel internacional, los premios Oscar, dedicados al cine, tienen su espacio de honor.
Es positivo premiar, reflejan un reconocimiento por un trabajo bien hecho. Lo lamentable es que perdemos tres preciosos meses evaluando un trabajo ya hecho, una labor que pertenece al ayer. Por estar mirando tanto al pasado iniciamos con tropiezos un período que debe ser aprovechado a cabalidad.
Dejémosle a los expertos el evaluar lo acontecido. Concentrémonos en dedicarnos todos los 12 meses del año 2011 a trabajar por el bien de la colectividad, de nuestro entorno, de nuestra familia y de nosotros mismos.
Feliz 2011, trabajemos porque así lo sea...pero trabajemos todo el año.
Desde enero hasta marzo, el primer trimestre del año, lloverán las evaluaciones al 2010. Los más diversos sectores de la sociedad dedican este tiempo a premiar lo más destacado en su género. Así, tendremos unos meses llenos de actos de premiaciones y de premiados. En nuestro país, los premios más afamados son los que condecoran a los artistas. El Casandra despertará las pasiones que cada año despierta. A nivel internacional, los premios Oscar, dedicados al cine, tienen su espacio de honor.
Es positivo premiar, reflejan un reconocimiento por un trabajo bien hecho. Lo lamentable es que perdemos tres preciosos meses evaluando un trabajo ya hecho, una labor que pertenece al ayer. Por estar mirando tanto al pasado iniciamos con tropiezos un período que debe ser aprovechado a cabalidad.
Dejémosle a los expertos el evaluar lo acontecido. Concentrémonos en dedicarnos todos los 12 meses del año 2011 a trabajar por el bien de la colectividad, de nuestro entorno, de nuestra familia y de nosotros mismos.
Feliz 2011, trabajemos porque así lo sea...pero trabajemos todo el año.
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