Estaba mirando una charla dictada por un científico norteamericano. Su especialidad es la biotecnología. Combina la tecnología con la biología. Dicho hombre de la ciencia carece de sus piernas. Usa unas prótesis que le permiten llevar una vida normal. Inclusive, ha llegado a hacer actividades que un ser humano con sus piernas naturales no haría. Pero lo que deseo tratar aquí es la manera de como este científico trata un problema humano y lo resuelve con la ciencia.
Cuenta el biotecnólogo que visitó a una joven bailarina de danza clásica, la cual había perdido una de sus piernas en el ataque terrorista al maratón de Boston. Luego de compartir con ella, se marchó a sus laboratorios a pensar cómo revertir el daño que esas bombas le habían causado a esa joven. Duranto 200 días estudió la manera en que el cuerpo se mueve para bailar. Desarrolló una prótesis que ella pudiera usar, y la presentó en su conferencia, bailando con su prótesis y diciéndole que NO a quienes quisieron postrarla de por vida en una silla de ruedas o unas muletas.
Ese acontecimiento me hizo reflexionar de cómo los pueblos se hacen grandes. Ese científico se sentó durando 200 días a crear una solución a esa conciudadana, la cual no debía pagarle nada por ello.
Utilizó su cerebro para resolver definitivamente el caso de discapacidad de una joven que bien podría haber vivido una media vida, con limitaciones y frustraciones por lo que le quede de su existencia. Pero no, en cambio, ella está bailando hoy día, llevando a cabo su pasión, porque una persona se sentó a diseñar una solución a su problema. Porque eso hacen las grandes sociedades. Eso hace grande a los países.
En la República Dominicana estamos siendo azotados por el virus de Chikungunya. Desde antes de que llegara, se sabía que nos atacaría. Nos dan la noticia de que no hay vacuna para dicho virus. Y es lógico que no la haya, ya que ni siquiera se ha desarrollado una contra el dengue. Pero, no existe una política de estado que invierta en tratar de desarrollar una vacuna que en un lapso de 20 años ofrezca una solución a quienes nos vemos amenazados por este mal.
Esa es la diferencia de un gran país contra un país de pensamiento retrógrada, con funcionarios sólo pensando en como se enriquecerán con el dinero del pueblo. Eso es lo que hace grande o pequeño a un pueblo.
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