Cada 24 de septiembre los dominicanos celebramos el día de Nuestra Señora de las Mercedes. La tradición nos enseña que esta insigne Dama, en una batalla entre taínos contra españoles, desviaba las flechas de los aborígenes que defendían su territorio frente al invasor, para evitar que dañaran a quienes eran los que implantaban la violencia en tierras pacíficas. Una historieta patética que no responde a la real naturaleza de la Madre de Jesús. Sin embargo, crecimos estudiando ese oprobio y no dejaba de tener un amargo sabor imaginarnos que la Virgen se prestaría para ese abuso que se estaba cometiendo.
Sin embargo, hubiéramos querido que nuestra Patrona decidiera usar ese poder, no para desviar flechitas de inexpertos guerreros como los taínos, sino para desviar una bala que penetró en la nuca de un inigualable dominicano, luchador por la libertad del pueblo, inexcrutable valiente del lado siempre de los mejores intereses de su pueblo. Asesinado un día como hoy del año 1970. Amil Able Hasbún merecía que un poder supremo desviase ese proyectil que le cercenó al país contar con un excelente ser humano que en estos días aciagos aportaría tantas cosas positivas a nuestro pueblo.
Fue mentira que la Virgen se pusiera del lado de los españoles en las luchas por conquistar estas tierras, qué bueno! Pero también es verdad que Nuestra Patrona no impidió la artera bala que nos quitó a Amín Abel Hasbún. Qué malo!
Les dejo este enlace, en donde podemos apreciar un punto de vista interesante del día que hoy conmemoramos:
http://www.puebloviejo.dominikano.com/index.php?option=com_content&view=article&id=10:que-paso-en-verdad-en-el-santo-cerro&catid=3:historia&Itemid=6
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